Se registra un inusual silencio en la cara oculta de la Luna.

La soledad en la cara oculta de la Luna es un fenómeno impactante. Aquellos que la habitan podrían pasar toda su vida sin saber que hay un planeta azul y vibrante muy cerca, ya que desde allí no se puede ver la Tierra.

La Luna es el único objeto observable que no muestra sus dos lados. Su cara oscura está aislada y en silencio, una singularidad extraña. Ninguna de nuestras señales de radio o televisión llega a su lado oscuro debido a la masa lunar que las bloquea. En toda la esfera de años luz en la que nuestras señales se están difundiendo hacia la galaxia, solo hay un lugar donde sería imposible enterarse de la existencia de una civilización tecnológica en la Tierra: la mitad oculta de la Luna, el lugar paradójicamente más cercano a nosotros.

En las misiones Apolo, siempre había dos astronautas en la cara visible de la Luna y uno solo en la nave dando vueltas alrededor del satélite. Estos astronautas se quedaban aislados del resto de la humanidad durante casi 30 minutos en cada órbita. Eran los únicos que podían afirmar haber estado solos en la historia.

La falta de señales radioeléctricas en la cara oculta de la Luna la convierte en un lugar ideal para instalar radiotelescopios libres de interferencias. Sin embargo, nadie consideró esta posibilidad en el pasado. Aunque no ha habido astronautas en ese lugar, incluso enviar una sonda automática sería inútil ya que no se podrían enviar datos o comunicarse con la Tierra desde allí.

Todo cambió cuando China envió las misiones espaciales Cháng’é 4 y 6 a la cara oculta de la Luna. La primera aterrizó allí en enero de 2019 y desplegó un todoterreno, mientras que la segunda, recién llegada, será capaz de traer muestras del suelo de la cuenca Polo-Sur Aitken de vuelta a la Tierra. Para permitir la comunicación, China tuvo que colocar satélites repetidores más allá de la Luna, llamados Quèquiáo 1 y 2. Esta solución ha hecho que la cara oculta de la Luna ya no sea un lugar libre de ondas artificiales.

La explicación de por qué solo vemos una cara de la Luna la proporciona la mecánica celeste. Las mareas terrestres han alargado la Luna hacia la Tierra y la han forzado a rotar alrededor de su eje en el mismo tiempo que tarda en completar una órbita alrededor de nuestro planeta. Esto resulta en una rotación sincrónica, donde desde la Tierra solo vemos una cara congelada de la Luna. En correspondencia, el otro lado permanece invisible, la cara oculta de la Luna.

En 1959, la Unión Soviética envió la sonda Luna 3 para cartografiar la cara oculta de la Luna. Sorprendentemente, resultó ser muy diferente a la cara visible y carece casi por completo de mares oscuros. Aunque no está claro por qué esto sucede, todas las explicaciones apuntan a la influencia de la Tierra.

En resumen, la cara oculta de la Luna es un enigma fascinante. China ha logrado enviar misiones allí y romper el aislamiento al instalar satélites repetidores para permitir la comunicación. A medida que exploramos más allá de la Luna, descubrimos los secretos que nos ha ocultado durante siglos. Sin embargo, la cara oculta de la Luna seguirá siendo un lugar misterioso y solitario en el cosmos.

Cita del autor: “La cara oculta de la Luna es un enigma fascinante que nos muestra la soledad y el aislamiento que imperan en ese lugar. A medida que exploramos más allá de nuestro satélite natural, descubrimos los secretos que nos ha ocultado durante tanto tiempo”.

Conclusión del autor: La cara oculta de la Luna es un recordatorio de lo vasto e inexplorado que es el universo. Aunque hemos logrado enviar misiones allí y romper su aislamiento, sigue siendo un lugar misterioso y solitario que nos despierta curiosidad y nos hace reflexionar sobre nuestra existencia en el cosmos.

Daniel García

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